Es una absoluta vergüenza lo que Ayuso y sus antecesores del PP han hecho con los servicios públicos. El metro ha empeorado, hace 20 años costaba 1 euro y tenía una afluencia de 3 minutos máximo, ahora cuesta 2 eurazos y las afluencias mínimas se han puesto en 10 minutos, pagamos más por un peor servicio. Y tal cual esto se puede extrapolar a la educación: con más de 32 niños hacinados por aula, profesores sobreexplotados, institutos con una equipación salida de la guerra fría. Y a la sanidad, que ya es un auténtico drama: Sin personal suficiente, sin material suficiente, listas de espera larguísimos, más de un mes para una intervención de urgencias, 3000 camas menos a pesar de tener más hospitales (lo que demuestra que sólo se construyen para dar el pelotazo a las empresas del ladrillo y guardar los sobrecostes en la caja B) y un absoluto etcétera que resultaba alarmante antes incluso de la crisis del coronavirus. ¿Qué ha traído de bueno esta pandemia? Que ahora ha salido toda la mierda a flote y se hace evidente los desastrosos efectos de las políticas neoliberales y de corrupción que defiende esta gente. Con todo aún habrá subnormales que los seguirán votando a pesar de ser unos muertos de hambre y de usar los servicios públicos, porque al final, hay mucho cateto al que le mean y se piensa que está lloviendo. Hale, esta basura es la que hemos votado los madrileños: A la oligofrénica y al carapolla. Todo esto teniendo en cuenta que los tres últimos presidentes que hemos tenido tienen historial criminal. Es surrealista.